¿Se acuerdan que debía madrugar para llegar al aeropuerto de Hamburgo con destino a Zurich, Suiza? Afortunadamente si pude llegar a tiempo. Eso sí; gracias a una madrugada tremenda con Iarmo y estaba haciendo un frío terrible. (Gracias). Al llegar al aeropuerto me dicen en el counter de Swiss Airlines que no puedo entrar al avión con mi maleta ya que superaba el tamaño permitido así que me tocó pagar un dinero extra como 20 euros y yo que durante todo el resto de mi viaje no había tenido ningún problema….
Me despedí de Hamburgo sin ningún otro contra tiempo. Recuerdan que durante mi viaje por Europa en Francía me tocó vivir el ataque a Bataclán. Pues resulta que en toda esta parte del mundo estaban en alerta máxima. Al llegar a Zurich, Suiza estaba nevando. Un aeropuerto gigante el de Zurich. La bienvenida me la dio Roger Federer (Si el tenista)… Hay una publicidad gigante de él junto a un reloj Rolex. Recuerdo lo impresionante que fue para mi ver esa cantidad de gente en este aeropuerto. Pues siguiendo el recorrido ya justo para salir y encontrarme con Janeth mi anfitriona me sucedió algo que jamás me había pasado en mis viajes. La Interpol me detuvo para hacerme un par de preguntas de rutina; pues al parecer mi perfil no les encajó para nada bien y decidieron requisarme hasta más no poder… Al final el que nada debe nada teme. Pude salir con una calurosa bienvenida en medio de ese frío.
Me encontré con Janeth al salir de esa terminal y de una nos fuimos a ver si alcanzábamos el tren con destino a Amriswill. Por fortuna lo logramos. Dejé mis maletas en su casa y ya estábamos de nuevo en el carro junto a su esposo Rolf e ibamos rumbo a conocer parte del encanto Suizo . Sus alpes y montañas llenas de nieve. Fue así como estuvimos pasando la tarde visitando ese precioso parque que se llama Säntis Park , luego nos fuimos a conocer otros pueblos cercanos y lagos que marcaban la frontera con Austria y Alemania. El paisaje es hermoso todo lleno de un verde y blanco que solo lo había visto en esos calendarios que regalan a fin de año… Todo una belleza. Solo quedaba regresar a casa y disfrutar de una cena de otro mundo que Janeth tenía preparada. El queso nuevamente es mi mayor obsesión, algo que me pasó en Francia también. Me volví fanático de la Raclette y la discusión se vuelve a hacer si la raclette nació en Francia o en Suiza… A veces hay muchas preguntas que no tienen respuesta y lo mejor es disfrutar de la comida.